Ese día, nadie,
absolutamente nadie podía pensar que el Presidente Correa (ni él mismo) iba a
ir al Regimiento Quito, fue una decisión inopinada del Jefe de Estado al
enterarse que en dicho cuartel los policías se habían amotinado.
Los miembros de la Secretaria
Nacional de Inteligencia (ese día estaban en un seminario internacional), si
procesaban profesionalmente, con la debida oportunidad, toda la información
sobre el descontento en los cuarteles y les hacían conocer los resultados a los Ministros de Defensa, del Interior y de
Coordinación de Seguridad, para que tomen las medidas más sensatas y adecuadas,
se hubieran neutralizado los sucesos del 30 de Septiembre.
Dos extranjeros que
asistieron a dicho seminario informaron sobre lo acontecido. Andrés Gómez de la
Torre Rotta, a la sazón Director de la Escuela de Inteligencia del Perú, a las
21h58 del mismo día, envió un mensaje a los miembros de la Red de Seguridad de
América Latina (RESDAL), textualmente: “Estoy en Quito, en un seminario de
Inteligencia en Flacso-Ecuador. No se ve como un golpe de estado clásico, más
bien como una huelga policial muy similar a la peruana de 1975. Desde luego
habrá desmanes y desorden público: falla la gestión y manejo de crisis del
gobierno. Prueba de fuego para la SENAIN (Secretaría de Inteligencia Nacional)
que se estrena con su primer fiasco. Estamos aquí con Carlos Maldonado, Fredy
Rivera, Raúl Benítez Manaut, entre otros, Saludos, Andrés Gómez de la Torre
Rotta”.
El otro informe
fue del mexicano Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM). Igualmente, Benítez hace conocer a los miembros de
RESDAL, de la siguiente manera: “Estuve en Quito la semana pasada, y coincido con muchos colegas
ecuatorianos con los que conversé ese jueves y el viernes siguiente. No hubo
golpe, pero el manejo mediático así lo quiso hacer pasar. Un golpe de Estado es
cuando explícitamente hay una conspiración para sacar a alguien. A Zelaya lo
fueron a buscar a su dormitorio a la media noche y lo sacaron en pijama contra
su voluntad. Eso es un golpe. A Chávez lo sacaron de su oficina y lo metieron
preso, eso es un golpe. A Correa nadie lo fue a sacar de ningún lado. Él fue a
buscar a los policías a su cuartel, los calentó con su discurso, se enojaron
más, se perdió el control de la situación, le hicieron agresiones, fue al
Hospital de la Policía por propia voluntad, y nunca perdió el control del
Estado. Él fue, no lo buscaron. Es la gran diferencia. Otro debate es si la
fuerza pública tiene derecho a la protesta radical o no. Pero eso no se discute
en este caso. Debemos ser académicamente serios y no dejarnos llevar por la
marejada de la prensa y manipulaciones y declaraciones conspiracionistas que no
se sustentan. Saludos a todo RESDAL. Raúl Benítez Manaut”.
Coronel (r)
Alberto Molina Flores
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